Hay tres situaciones en las que siempre suena el teléfono o llaman a la puerta. Una es cuando estás en la ducha, con la consiguiente carrera desnudo y enjabonado por el pasillo de tu casa para que cuando lo cojas hayan colgado. La segunda es cuando cocinas, dejas algo en el fuego y atiendes la puerta o el teléfono y solo vuelves en ti cuando el olor a quemado de la comida se estrella en tu nariz, entonces corres, intentas quitar la sartén o la olla del fuego y te quemas las manos, dejando caer la olla y quemándote también los pies. La tercera situación es cuando estas en pleno polvo, ni siquiera te interrumpen antes de quitarte la ropa o antes de meterla (que mínimo), te interrumpen cuando estás a mitad del "partido", a veces incluso a punto de terminarlo. Y en esa me han pillado a mí. Estaba ahí ¡Pin-Pan! ¡Pin-Pan! con mi mujer, cuando de repente: "Toc-Toc". Por supuesto no pensaba abrir pero insistieron: "Toc-Toc". Y entonces se oyó la voz: "Sr. Mendieta, somos del gobierno. Sabemos que está ahí ¡Abra ahora mismo!". ¡Ostia! Me pongo corriendo la ropa, y escudriño el piso con la mirada para cerciorarme de no dejar nada comprometedor a la vista (nada importante, algún petilla o así). Nada. Me dispongo a abrir la puerta.
Joder, que miedo. De repente me siento como si estuviera en Matrix ¿Estos cabrones se fabrican en serie o qué? "¿Sr. Mendieta?" Me preguntan con tono de androide. "Sí, soy yo" respondo mientras me golpeo la garganta para bajarme los huevos. De repente, los dos "Men in Black´s" de todo a cien, se me echan encima, me esposan y se disponen a llevarme con ellos. "¿Pero qué pasa?" pregunto mientras en mis adentros enumero todas las razones que puedo haberles dado para llevarme, pero no adivino qué puede ser. "Guerra preventiva al terrorismo. Como no podemos acabar con ETA, vamos a acabar con todos los vascos. Por si las moscas". No doy crédito "¡Pero eso es un disparate! No pueden hacerlo" intento defenderme pero sin éxito. "Hemos hecho un referéndum y ha habido mayoría. La gente quiere acabar con el terrorismo de raíz y creen que esta es la solución". Tócate los cojones. Me llevan con ellos y me encierran en un calabozo a la espera de mi destino. Solo una idea ronda en mi cabeza: "Vaya gracia la democracia".
"¡Alto! Queda detenido por escribir tonterías sin pies ni cabeza por la red". (¡Ottiá!)
Hay tres situaciones en las que siempre suena el teléfono o llaman a la puerta. Una es cuando estás en la ducha, con la consiguiente carrera desnudo y enjabonado por el pasillo de tu casa para que cuando lo cojas hayan colgado. La segunda es cuando cocinas, dejas algo en el fuego y atiendes la puerta o el teléfono y solo vuelves en ti cuando el olor a quemado de la comida se estrella en tu nariz, entonces corres, intentas quitar la sartén o la olla del fuego y te quemas las manos, dejando caer la olla y quemándote también los pies. La tercera situación es cuando estas en pleno polvo, ni siquiera te interrumpen antes de quitarte la ropa o antes de meterla (que mínimo), te interrumpen cuando estás a mitad del "partido", a veces incluso a punto de terminarlo. Y en esa me han pillado a mí. Estaba ahí ¡Pin-Pan! ¡Pin-Pan! con mi mujer, cuando de repente: "Toc-Toc". Por supuesto no pensaba abrir pero insistieron: "Toc-Toc". Y entonces se oyó la voz: "Sr. Mendieta, somos del gobierno. Sabemos que está ahí ¡Abra ahora mismo!". ¡Ostia! Me pongo corriendo la ropa, y escudriño el piso con la mirada para cerciorarme de no dejar nada comprometedor a la vista (nada importante, algún petilla o así). Nada. Me dispongo a abrir la puerta.
Joder, que miedo. De repente me siento como si estuviera en Matrix ¿Estos cabrones se fabrican en serie o qué? "¿Sr. Mendieta?" Me preguntan con tono de androide. "Sí, soy yo" respondo mientras me golpeo la garganta para bajarme los huevos. De repente, los dos "Men in Black´s" de todo a cien, se me echan encima, me esposan y se disponen a llevarme con ellos. "¿Pero qué pasa?" pregunto mientras en mis adentros enumero todas las razones que puedo haberles dado para llevarme, pero no adivino qué puede ser. "Guerra preventiva al terrorismo. Como no podemos acabar con ETA, vamos a acabar con todos los vascos. Por si las moscas". No doy crédito "¡Pero eso es un disparate! No pueden hacerlo" intento defenderme pero sin éxito. "Hemos hecho un referéndum y ha habido mayoría. La gente quiere acabar con el terrorismo de raíz y creen que esta es la solución". Tócate los cojones. Me llevan con ellos y me encierran en un calabozo a la espera de mi destino. Solo una idea ronda en mi cabeza: "Vaya gracia la democracia".
"¡Alto! Queda detenido por escribir tonterías sin pies ni cabeza por la red". (¡Ottiá!)
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